Hace unos días una amiga de
Google publicaba el poema del gran poeta uruguayo Mario
Benedetti “Como hacerte saber”, que me hizo recordar.
Ayer, alguien desde el bloqueo y
la cuarentena donde uno se parapeta y se protege, me hizo llegar otros versos
de Don Mario, que evocaron otros días en los que pasábamos el tiempo fundiendo
nuestras almas, como se funde la mantequilla sobre el pan caliente.
En aquellas noches de verano,
desnudos, tumbados en la terraza de mi casa, mirando las estrellas y contando
bólidos en las lluvias de Perseidas, por la festividad de San Lorenzo, me
gustaba decirle al oído, cuando aún no dormía estos versos; y entonces ocurría la magia y se detenía
el tiempo:
Una mujer desnuda
y en lo oscuro
tiene una claridad
que nos alumbra
de modo que si
ocurre un desconsuelo
un apagón o una
noche sin luna
es conveniente y
hasta imprescindible
tener a mano una
mujer desnuda.
Una mujer desnuda
y en lo oscuro
genera un
resplandor que da confianza
entonces dominguea
el almanaque
vibran en su
rincón las telarañas
y los ojos felices
y felinos
miran y de mirar
nunca se cansan.
Una mujer desnuda
y en lo oscuro
es una vocación
para las manos
para los labios es
casi un destino
y para el corazón
un despilfarro
una mujer desnuda
es un enigma
y siempre es una
fiesta descifrarlo.
Una mujer desnuda
y en lo oscuro
genera una luz
propia y nos enciende
el cielo raso se
convierte en cielo
y es una gloria no
ser inocente
una mujer querida
o vislumbrada
desbarata por una
vez la muerte.
Después, por culpa del desatino, el ejercicio de elegir y
la locura, el tiempo comenzó a correr de nuevo, y dejé de preguntarme como se
preguntó el poeta: “¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo? Que uno
tiene que buscarlo y dárselo...”
Porqué me di cuenta de que el pan
se vuelve duro con el tiempo, y la mantequilla en la
nevera, también se pone dura con el tiempo, y no se funde; y las almas, de no
fundirse, con el tiempo se vuelven volanderas; y a las estrellas, por no
mirarlas, acaba tapándolas la niebla; y seguro que en agosto, después de tanto tiempo, hará frío para
estar desnudo, contigo, por la noche en mi terraza.